Se dice que una de las mayores diferencias entre la realidad y la escritura es que ésta no puede reflejar lo simultáneo. El desenlace es el mismo, pero en la secuencia literaria se van añadiendo las sensaciones que en el trayecto real se perciben a un mismo tiempo.
Tengo mis dudas.
El impacto.
Cuando una taza se me resbala de las manos trato de no pensar en el fin que le espera. Un asa partida, resquebrajada. Un simple desconchón. Pero acabo cerrando los ojos e intento adivinar el desenlace por el ruido que origina su impacto contra el fregadero.
L A M I C R O S C O P I S T A ©
Tengo mis dudas.
El impacto.
Cuando una taza se me resbala de las manos trato de no pensar en el fin que le espera. Un asa partida, resquebrajada. Un simple desconchón. Pero acabo cerrando los ojos e intento adivinar el desenlace por el ruido que origina su impacto contra el fregadero.
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3 comentarios:
Tu duda me ha calado hasta los calzones: ¿crees que la literatura es simultánea? Yo creo que la realidad no lo es...
¡Andia, Shanti! ¿Eres el de las inquietudes? Si tu realidad es lineal vas a llegar tarde a todos los lados.
Más que de aventurero, mis inquietudes son de desventurado.
Y sí, las pocas veces que consigo llegar, lo hago tarde. Pero no sé si mi sino es un indicador de linealidad. La realidad no se cansa de hacernos pedorretas no lineales.
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